Este domingo, el corazón de Madrid vibró al son de la música latina, gracias a Gloria Estefan, quien transformó la icónica Plaza de Colón en un escenario lleno de energía.
En un concierto gratuito que atrajo a miles bajo un sol inclemente, se celebró la Hispanidad. Este evento, parte del Festival de la Hispanidad, convirtió a la capital en un crisol de culturas, idiomas y generaciones.
Los asistentes ondeaban banderas de Cuba, Perú, Argentina, México y, cómo no, España, una imagen que encapsula la diversidad y el orgullo hispano.
La anticipación había crecido días antes, cuando se anunció que Gloria Estefan sería la estrella principal del evento central para la Hispanidad 2025.
No se trataba de un recital cualquiera: era la primera vez que la Plaza de Colón acogía el espectáculo principal de esta festividad.
Este hecho subraya el compromiso de la ciudad por resaltar la riqueza cultural que aporta la comunidad hispana.
Repaso a cinco décadas de legado musical
El espectáculo tuvo un fuerte carácter nostálgico, rindiendo homenaje a los 50 años de trayectoria musical de la artista cubano-estadounidense. Gloria Estefan comenzó su actuación con Oye mi canto, un himno que refleja su influencia como puente musical entre América y Europa. A continuación, interpretó temas icónicos como No pretendo, Hoy y La vecina, todos coreados por una audiencia entregada que no dejó de bailar ni cantar.
Uno de los instantes más conmovedores ocurrió cuando invitó a su esposo, el productor Emilio Estefan, a compartir el escenario en el dueto Con los años que me quedan, una canción cargada de historia y complicidad. La presencia de Emilio, figura clave en su carrera y referente en el ámbito musical latino, trajo consigo una dosis extra de nostalgia y celebración.
Colaboraciones estelares y mensaje de libertad
La noche no solo fue un tributo al repertorio clásico; también brillaron las colaboraciones. Nathy Peluso aportó frescura y energía con una interpretación conjunta del tema Chirriqui Chirri. Además, la hija de Gloria, Emily, se sumó al espectáculo en una colaboración que une generaciones y estilos musicales. La diversidad se hizo palpable cuando resonó Cuba libre, el cierre del concierto. En ese momento, Estefan alzó nuevamente su voz por la libertad de su país natal, reafirmando su compromiso social y su papel como embajadora cultural.
Un evento gratuito que marca tendencia
Organizado por la Comunidad de Madrid y con la presencia destacada de la presidenta Isabel Díaz Ayuso, este concierto se consolidó como uno de los hitos del Festival de la Hispanidad. La entrada gratuita atrajo a una multitud variada: familias, jóvenes y turistas abarrotaron tanto la plaza como sus alrededores. Consciente del carácter popular del evento, Gloria animó a todos a “traer zapatos cómodos porque vamos a bailar”, una invitación que fue recibida con entusiasmo.
El despliegue técnico y visual fue digno de las grandes giras internacionales. Pantallas gigantes, luces sincronizadas y sonido impecable hicieron posible disfrutar tanto clásicos como Conga como novedades extraídas de su reciente trabajo, Raíces. Este disco, lanzado en mayo desde los estudios Crescent Moon en Miami, explora ritmos latinos tradicionales con un enfoque contemporáneo y ha sido reconocido por su profundidad emocional y homenaje a la identidad.
Madrid, epicentro de la Hispanidad
Elegir el centro histórico para celebrar este evento responde a una voluntad política y cultural que busca reivindicar a Madrid como un espacio para el encuentro entre comunidades hispanas. Bajo el lema Cada acento pertenece a Madrid, el festival ha ampliado sus actividades con conciertos, exposiciones y encuentros culturales. Todo ello subraya cómo el español actúa como nexo entre más de 500 millones de personas en todo el mundo.
La actuación de Gloria Estefan, rodeada por artistas invitados y recibida con calidez por una multitud diversa, deja una marca indeleble en la memoria colectiva madrileña. El ambiente festivo, junto con una celebración profunda por las raíces culturales y musicales, define perfectamente el espíritu vibrante de esta noche memorable. Según palabras propias de Gloria: “es un honor compartir en una ciudad que siempre ha abrazado nuestra cultura latina con tanto cariño”.
Éxitos, emoción y futuro
Entre los asistentes predominaba una sensación histórica; no solo por lo artístico sino también por el mensaje inclusivo que impregnó todo el espectáculo. La Hispanidad 2025 concluye dejando altos estándares para futuras celebraciones, posicionando a Madrid como epicentro indiscutible para música y cultura en español.
La energía desbordante en Plaza Colón, así como esa conexión especial entre artistas y público —y las palabras inspiradoras de Gloria Estefan: “debemos estar orgullosos de quiénes somos, nuestras familias y nuestra lengua”— encapsulan lo vivido durante este festival enfocado hacia el futuro sin perder nunca las raíces.
El legado dejado trasciende lo musical; deja claro que en Madrid se celebra la Hispanidad bailando, cantando e integrando cada acento bajo ese mismo sol.
