Memorable para los amantes de la astronomía y para cualquier persona que decida mirar hacia arriba.
La Luna llena de octubre, que lleva el nombre tradicional de Luna de Cazador, tiene sus raíces en las costumbres agrarias y culturales de América del Norte. Este año, el fenómeno coincide con el perigeo lunar, es decir, el momento en que nuestro satélite natural está más cerca de la Tierra.
Esto provocará que la Luna se vea hasta un 6,6% más grande y un 14% más brillante en comparación con una luna llena habitual. Aunque la variación en tamaño podría no ser evidente a simple vista, la luminosidad será inconfundible, especialmente en noches despejadas y alejadas de la contaminación lumínica.
El instante exacto del plenilunio varía según donde te encuentres. En España, la Luna alcanzará su fase llena el martes 7 de octubre a las 05:47 (hora peninsular), pero el momento óptimo para observarla será durante la noche anterior, cuando emerge sobre el horizonte y toma ese característico tono anaranjado por la refracción atmosférica.
En México, el momento culminante será el lunes 6 a las 21:48 horas locales. Independientemente del lugar donde te encuentres, solo necesitas buscar un sitio oscuro para disfrutar del espectáculo sin necesidad de telescopios.
Por qué es una superluna (y no todas lo son)
El término superluna no está oficialmente reconocido por los astrónomos, sin embargo, ha ganado popularidad para describir aquellas lunas llenas o nuevas que se producen cerca del perigeo lunar. En esta ocasión, la distancia entre nuestro planeta y la Luna será aproximadamente de 361.458 kilómetros, bastante menos que el promedio habitual de 384.000 kilómetros. Esta cercanía es lo que provoca el aumento aparente tanto en tamaño como en brillo. No obstante, hay discrepancias entre expertos sobre si este evento debería considerarse una superluna; algunos reservan esa etiqueta para situaciones aún más excepcionales. Pese a ello, existe un consenso general entre medios especializados y agencias como la NASA que avalan su calificación.
La Luna de Cazador tiene especial significado en el hemisferio norte ya que históricamente marcaba el inicio de la temporada de caza, cuando los campos estaban cosechados y los animales podían ser avistados más fácilmente bajo su luz. Este año también trae consigo otra curiosidad: se trata además de una Luna de la Cosecha, algo que solo sucede cada dos o tres años. Normalmente, esta luna llena es la más cercana al equinoccio de otoño (22-23 septiembre), pero en este caso cae en octubre debido a un ajuste en el calendario lunar. De hecho, entre 1970 y 2050 solo habrá habido dieciocho ocasiones donde este fenómeno ocurra en octubre.
Observación y consejos prácticos
Para sacar el máximo provecho a este evento astronómico no es necesario ser un experto ni contar con costosos telescopios. Aquí te dejamos algunas sugerencias:
- Busca un lugar oscuro: Cuanta menos contaminación lumínica haya a tu alrededor, mejor podrás apreciar tanto el brillo como el tamaño aparente de la Luna.
- Observa al anochecer: Cuando la Luna se eleva sobre el horizonte parece más grande debido a un efecto óptico conocido como “ilusión lunar”.
- Aprovecha varias noches: La Luna llena brillará intensamente desde el atardecer del 6 hasta el amanecer del 8 de octubre.
- No te pierdas a Saturno: Durante estas noches, podrás ver al planeta anillado muy cerca de la Luna en el cielo nocturno, creando un contraste fascinante.
- Fotografía comparativa: Si deseas notar realmente la diferencia con una luna llena convencional, toma fotos en días distintos utilizando el mismo zoom y ángulo.
Curiosidades científicas y anécdotas lunares
La Luna ha sido fuente inagotable de mitos, leyendas y curiosidades científicas a lo largo del tiempo. Aquí compartimos algunas relacionadas con este plenilunio tan especial:
- La ilusión lunar: Aunque durante una superluna parece gigantesca al estar cerca del horizonte, su tamaño angular real no varía tanto. El cerebro humano tiende a interpretar los objetos próximos al horizonte como más grandes gracias a comparaciones con edificios o árboles.
- Salidas consecutivas: En las noches cercanas a la Luna de Cosecha (y Cazador), nuestro satélite sale casi a la misma hora durante varios días consecutivos. En Boston, por ejemplo, ¡la diferencia entre salidas es apenas de 25 minutos! En lugares más meridionales como Miami ese intervalo puede superar los 35 minutos.
- Nombre tradicional: La denominación “Luna de Cazador” proviene de las tribus algonquinas norteamericanas; su luz adicional permitía cazar durante más horas tras las cosechas.
- Saturno como estrella falsa: Muchos observadores confunden a Saturno con una estrella brillante que acompaña a la Luna estos días; sin embargo, se trata del planeta anillado luciendo esplendoroso tras su oposición al Sol.
- Fases lunares rápidas: Después de esta superluna vendrán otras dos antes de finalizar el año: una en noviembre y otra en diciembre. Tres superlunas seguidas son realmente raras.
- La eclíptica manda: Las diferencias temporales entre salidas lunares según latitudes se deben al ángulo que forma la eclíptica (la trayectoria aparente del Sol y la Luna) con respecto al horizonte local.
- Sin instrumentos necesarios: Aunque contar con un telescopio o unos prismáticos puede mejorar tu experiencia visual, levantar simplemente la vista es suficiente para disfrutar del espectáculo.
- Cultura global: Cada cultura tiene sus propios nombres para las lunas llenas; por ejemplo, en China se le llama “Luna del Festival del Medio Otoño”, mientras que durante la Europa medieval se conocía como “Luna Sangrienta”.
Así que recuerda bien esto cuando mires al cielo una noche despejada: esa luz plateada no solo ilumina caminos antiguos y cosechas modernas; también une culturas, ciencia e historias humanas bajo un manto estrellado compartido por todos nosotros.
