Y los muy majaderos encima creen navegar por el lado correcto de la Historia.
La triste realidad es que España cuenta con el progresismo más antinacional de Occidente.
La izquierda cobijada bajo la capa del PSOE, los zarrapastrosos periféricos y los progres de pacotilla no sólo odian a nuestro país y nuestra Cultura; abominan de la Hispanidad y sufren como un castigo el 12 de Octubre.
Con la llegada del Desfile, las conversaciones en el espacio público se vuelven intensas.
España se encuentra inmersa en un tira y afloja cultural y político que se manifiesta tanto en las calles como en las redes sociales.
Mientras algunos celebran el Día de la Hispanidad, otros lo cuestionan sin tapujos.
Expresiones como nada que celebrar o muestras de desdén hacia el legado colonial español proliferan en estos días. La paradoja es clara: hay quienes, en pleno Día Nacional, eligen criticar la historia de su país en lugar de recordarla con orgullo.
En este contexto, la Leyenda Negra se presenta como un tema recurrente.
Este término hace referencia a una narrativa que retrata a España y su historia de manera especialmente negativa, alimentada históricamente por adversarios europeos desde el siglo XVI y reinterpretada por diversas corrientes ideológicas a lo largo del tiempo.
Aunque este relato pierde fuerza como motor para la hispanofobia cada mes de octubre, el debate sobre él continúa vivo y cada vez más presente.
El progresismo más crítico con lo nacional
Una característica distintiva del progresismo en España es su inclinación hacia una autocrítica nacional que, en ocasiones, llega a rechazar simbólicamente los propios emblemas y tradiciones.
A diferencia de lo que ocurre en otros países, donde la izquierda suele adoptar símbolos nacionales para causas sociales o reivindicativas, en España es común encontrar un sector progresista que se distancia tanto de la bandera como de los referentes compartidos.
En las manifestaciones progresistas es raro ver banderas nacionales; prevalecen iconos relacionados con causas globales o identitarias antes que la rojigualda.
Este fenómeno resulta característico del panorama español: incluso en naciones con tensiones internas, como Francia o Italia, la izquierda tiende a identificarse más con el Estado-nación.
¿Por qué algunos sectores rechazan la Hispanidad?
La respuesta a esta cuestión radica en diversos ensayos recientes que analizan cómo ha sido construida ideológicamente la izquierda española.
Esta ha adoptado una postura crítica hacia el pasado imperial y, especialmente, hacia el catolicismo como eje central de la identidad nacional. El rechazo radical hacia lo español proviene de una amalgama de factores:
- Desconfianza hacia una historia oficial considerada herramienta del poder conservador.
- Influencia del marxismo y de historiadores soviéticos que asociaron el catolicismo y la monarquía con el atraso y la opresión.
- Necesidad de forjar una alternativa identitaria frente al nacionalismo centralista, particularmente relevante en regiones como Cataluña o el País Vasco.
A esta dinámica se suma lo que se conoce como “hispanofobia”, un desprecio activo hacia el legado y símbolos españoles.
Este fenómeno ha cobrado visibilidad recientemente gracias al auge de movimientos sociales y al impacto de las redes sociales.
Leyenda Negra: un mito que persiste
La Leyenda Negra, desde sus inicios en el siglo XVI, ha sido utilizada por los enemigos históricos de España como un instrumento propagandístico.
Se sustentó en relatos sobre crueldad y fanatismo para desacreditar su expansión tanto en América como en Europa. Durante siglos, parte del pensamiento intelectual español adoptó esta visión como base para su autocrítica.
No obstante, parece que esta actitud está cambiando. Cada vez son más las voces que abogan por una revisión equilibrada del pasado, evitando caer ni en la autodenigración ni en un triunfalismo desmedido. Organizaciones y encuentros enfocados en contrarrestar la leyenda negra reúnen a expertos dispuestos a desmentir mitos y a poner en valor los aspectos positivos del mestizaje y la diversidad cultural resultante de la expansión hispánica.
A pesar de esto, octubre sigue siendo un mes donde resurge cierta hispanofobia en redes sociales; sin embargo, parece ser menos intensa que años atrás.
La tendencia sugiere una creciente fatiga social ante discursos excesivamente negativos y una apertura mayor al debate matizado.
Curiosidades sobre el 12 de octubre
El Día de la Hispanidad no solo es objeto de debate político; también deja anécdotas curiosas cada año que reflejan la singularidad española:
- Este año no veremos a la tradicional cabra de la Legión durante el desfile militar. En su lugar aparecerá un borrego llamado Barraka, cuyo significado es ‘buena suerte’ en árabe. Este cambio ha sorprendido a muchos e inundado las redes con memes.
- En varios países americanos se celebra este día bajo nombres diferentes: Argentina lo llama Día del Respeto a la Diversidad Cultural, mientras que México opta por Día de la Raza. En EE.UU., es conocido como Columbus Day, aunque muchas ciudades están cambiando esta denominación por Día de los Pueblos Indígenas.
- En España, las encuestas muestran que las percepciones sobre el 12 de octubre varían enormemente según edad y región. En comunidades autónomas como Cataluña o Euskadi, hay un notable rechazo hacia esta celebración; mientras tanto, lugares como Madrid o Andalucía mantienen viva una alta popularidad por los desfiles oficiales.
Gestos polémicos y mensajes virales contra la Hispanidad
- Cada año el hashtag #NadaQueCelebrar se posiciona entre los más comentados en Twitter, acompañado por imágenes protestas y memes sobre la conquista americana.
- Algunos políticos izquierdistas optan por ausentarse a los actos oficiales mientras publican mensajes alternativos reivindicando los derechos e historias de los pueblos indígenas.
- Actuaciones artísticas emergen en espacios públicos: van desde pintadas sobre estatuas hasta lecturas críticas relacionadas con colonización.
- Iniciativas educativas surgen en escuelas y universidades proponiendo analizar el pasado colonial desde perspectivas “descolonizadoras”.
- Debates televisivos y artículos opinativos resaltan sentimientos encontrados sobre “la vergüenza” del pasado nacional frente a quienes defienden un orgullo patrio.
¿Hacia un nuevo relato nacional?
El diálogo sobre el 12 de octubre y nuestra identidad nacional todavía está lejos de llegar a una conclusión definitiva. Lo evidente es que esa hispanofobia promovida por algunos sectores izquierdistas ya no tiene tanta fuerza discursiva como antes. La sociedad española comienza a reclamar matices e información frente a consignas simplistas.
Mientras tanto, aunque disminuye su influencia como única explicación para los problemas nacionales, sigue vigente el debate sobre qué significa realmente ser parte de esa Hispanidad. El sentido del Día Nacional continúa generando titulares, memes e incluso curiosidades tan peculiares como el cambio inesperado protagonizado por ese borrego árabe.
En España, cuestiones relativas a identidad y memoria siguen siendo campo abierto para disputas. El 12 de octubre no es solo una fecha sin más; es un espejo donde se reflejan tensiones complejas así como oportunidades para reconciliarse dentro del rico tejido social español.
