La noche del 30 de septiembre de 2025 quedará grabada para siempre en la memoria de los seguidores rojiblancos.
El Atlético de Madrid logró una contundente victoria por 5-1 frente al Eintracht de Frankfurt en la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions League.
Esta actuación no es solo un resultado favorable, sino que marca un cambio significativo en el rumbo de la temporada colchonera.
Tras haber aplastado al Real Madrid por 5-2 en LaLiga apenas tres días antes, el equipo no solo repitió su hazaña goleadora, sino que también despejó las dudas que habían empañado su inicio.
El ambiente en el Metropolitano era pura electricidad.
Nadie parecía recordar ya el tropiezo inicial ante el Liverpool en Anfield (3-2). La afición, aún extasiada por la victoria sobre su eterno rival, fue testigo de otra demostración ofensiva que reafirmó la idea de que el Atlético ha despertado y vuelve a ser ese conjunto temido capaz de arrollar a cualquiera.
Efectividad letal: así cayó el Eintracht
El encuentro comenzó como un auténtico torbellino. Apenas se habían jugado cuatro minutos cuando Giacomo Raspadori, fichaje estrella llegado del Nápoles, abrió su cuenta goleadora como rojiblanco tras recibir una asistencia de Giuliano Simeone. Este tanto tan temprano fue solo un anticipo de lo que estaba por venir: presión intensa, transiciones veloces y una voracidad en el área rival que desarmó a un Eintracht débil en defensa.
- En el minuto 33, Robin Le Normand aprovechó un rebote tras un disparo de Griezmann para aumentar la ventaja y lograr su segundo gol en pocos días.
- Justo antes del descanso, Antoine Griezmann selló el 3-0 con una definición exquisita y alcanzó su 200º gol en clubes, un logro que hizo estallar los aplausos del estadio.
El Eintracht, que había llegado a Madrid tras golear 5-1 al Galatasaray en su debut y con la moral bien alta después de un 6-4 liguero, solo pudo reducir distancias con un tanto de Jonathan Burkardt en el minuto 57’, cuando ya se sentía claramente dominado por los rojiblancos. Lejos de aflojar, el Atlético culminó la fiesta con goles de Giuliano Simeone y Julián Álvarez, este último desde el punto penalti.
De la crisis al éxtasis: el nuevo Atlético de Simeone
El cambio radical del Atlético en apenas una semana resulta tan sorprendente que ni los más optimistas hubieran podido imaginarlo. Tras un comienzo titubeante en Liga y esa dolorosa derrota en Anfield, los hombres de Simeone han logrado encadenar dos victorias consecutivas por cinco goles, algo que no sucedía desde los tiempos del doblete.
La victoria sobre el Real Madrid fue un verdadero impulso moral. No solo fue la primera vez desde 1960 que el Atlético le endosaba cinco goles a los blancos; además lo hizo mostrando un fútbol ofensivo caracterizado por presión alta y una pegada devastadora. Ese mismo patrón se repitió ante el Eintracht, aunque con matices tácticos: supieron alternar momentos vertiginosos con pausas estratégicas, involucrando a cada línea del equipo.
- Defensa: Le Normand se consolidó como líder defensivo y aportó gol.
- Medio campo: Koke y De Paul marcaron el ritmo del juego y recuperaron balones cruciales.
- Ataque: Griezmann, Raspadori y Álvarez ofrecieron movilidad, calidad y capacidad para rematar.
Incluso sin la presencia de Diego Simeone en el banquillo debido a una sanción, la intensidad del equipo no se vio afectada. Esto demuestra que el mensaje del técnico argentino resuena más fuerte que nunca.
Pronósticos y apuestas: ¿puede el Atlético soñar en grande?
Las casas de apuestas, que mostraban dudas sobre el rendimiento del Atlético tras su mal inicio, han ajustado sus cuotas al alza después de estos últimos resultados. Ahora se posicionan como favoritos para liderar su grupo mientras que parecen encarrilados hacia la clasificación para octavos. La exhibición ante el Eintracht no solo refuerza su moral; también siembra temor entre sus rivales europeos.
El calendario ofrece ahora una pausa teórica; sin embargo, nadie dentro del vestuario quiere caer en la autocomplacencia. El recuerdo del batacazo ante Liverpool sigue fresco. Aunque el Atlético ha recuperado su mejor versión, es importante recordar que la Champions no perdona ni un despiste
