Sin el crack del Real Madrid no son nada… de momento.
Lo que se perfilaba como una noche tranquila para una selección que aspira al título, se transformó en una auténtica pesadilla nórdica.
Francia, sin la presencia de su figura emblemática Kylian Mbappé, solo logró un empate a dos ante una Islandia que, lejos de rendirse, supo encender el partido con un segundo tiempo lleno de locura.
Este empate deja a los hombres de Didier Deschamps con el billete al Mundial de 2026 aún en la cuerda floja y con una sensación de vulnerabilidad inesperada para uno de los equipos más temidos del continente.
La ausencia del astro francés fue el gran tema antes del arranque del encuentro.
Sin su desborde, velocidad y capacidad para decidir en momentos críticos, el equipo galo evidenció una preocupante falta de instinto y liderazgo cuando más lo necesitaba.
Islandia, respaldada por un público apasionado, mantuvo la compostura durante la primera mitad y desató el caos tras el descanso.
El Laugardalsvöllur fue testigo de un partido que pasó de ser monótono a frenético en cuestión de minutos, dejando a los franceses preguntándose cómo se les escapó una victoria que tuvieron tan cerca.
El recorrido de Francia en este Grupo D hacia el Mundial 2026 había sido casi perfecto hasta ahora. Tres triunfos en tres partidos, con la maquinaria funcionando como un reloj y, por supuesto, con Mbappé como insignia. Sin embargo, Reikiavik no es un terreno fácil. En la primera vuelta ya sufrieron para remontar y vencer a una Islandia que históricamente les ha puesto las cosas difíciles: en 2016, los islandeses dieron un susto monumental en la Eurocopa y ese recuerdo sigue vivo entre los galos.
Las estadísticas indicaban que Francia era favorita, pero el fútbol es caprichoso y la baja de su estrella alteró todos los planes. Deschamps decidió hacer varios cambios en su alineación habitual, introduciendo hasta siete novedades respecto al encuentro anterior. Jugadores menos habituales como Mateta, quien anotó su primer gol con la selección absoluta, entraron al campo junto a jóvenes como Camavinga y Koné. Por su parte, Islandia optó por su receta tradicional: orden defensivo, fuerza física y aprovechar cualquier fallo rival. Y lo hicieron a la perfección.
Un partido de dos velocidades: control francés y locura islandesa
La primera mitad fue un ejercicio de paciencia para los visitantes. Francia dominó la posesión (69,7% frente al 30,3% de Islandia), pero cada intento se encontraba con una defensa local sólida y un portero, Olafsson, que tuvo una actuación estelar. Las oportunidades de Nkunku y Olise fueron detenidas por paradas milagrosas; cuando parecía inminente el gol francés, un despiste en una falta lateral permitió a Palsson adelantar a Islandia justo antes del descanso. El estadio estalló con un gol que además fue defendido con fervor: Palsson incluso sacó un balón bajo palos poco antes del entretiempo.
La segunda parte fue todo lo contrario: pura emoción. Francia, herida en su orgullo tras el primer tiempo, salió decidida a revertir la situación. Nkunku igualó el marcador con una gran jugada individual en el minuto 63 y poco después Mateta, tras asistencia de Akliouche, puso por delante a los franceses. La victoria parecía asegurada; sin embargo, Islandia no se rindió e hizo uso del desconcierto galo tras el 1-2. En la siguiente jugada, Gudmundsson y Hlynsson orquestaron un contragolpe letal que culminó en el empate definitivo. El Laugardalsvöllur vibraba mientras celebraba un punto que sabe a victoria moral.
Francia, sin Mbappé, pierde rumbo
La gran incógnita que deja este partido es si Francia puede sostenerse sin su principal referencia ofensiva. La estrategia de Deschamps al buscar profundidad por las bandas con Thauvin y movilidad con Olise no dio los resultados esperados. La defensa compuesta por Koundé, Upamecano y Saliba mostró debilidades bajo presión intensa; además, el centro del campo nunca logró establecer esa superioridad numérica tan necesaria. Un resbalón desafortunado de Maignan, que pudo costar más caro aún, simbolizó una noche donde nada salió como estaba previsto.
A pesar del empate, Francia sigue liderando su grupo con 10 puntos tras cuatro jornadas; no obstante Ucrania acecha desde atrás mientras crece la sensación de que sin Mbappé pierden gran parte de su poder ofensivo. Islandia mantiene vivas sus posibilidades gracias a este punto que refuerza tanto su autoestima como sus aspiraciones clasificatorias.
De cara a las próximas jornadas, las casas de apuestas continúan posicionando a Francia como la principal candidata para lograr el pase directo al Mundial; sin embargo, este empate ha hecho ajustar ligeramente las cuotas y Ucrania ya aparece como una alternativa viable ante cualquier nuevo tropiezo galo. Los analistas advierten sobre la necesidad urgente del equipo dirigido por Deschamps de cerrar cuanto antes su clasificación para evitar sobresaltos innecesarios; sobre todo deben recuperar a Mbappé, cuyo regreso es vital para las aspiraciones del equipo que parece perder parte de su esencia sin él.
