Arrancar un coche que lleva parado más de una semana requiere tomar precauciones para no desgastar inncesariamente la mecánica teniendo en cuenta si es gasolina o diesel. Muchos conductores no son conscientes de que la inactividad puede afectar a componentes vitales del automóvil, desde la batería hasta las juntas del motor.
Un pequeño descuido podría derivar en un problema mecánico costoso o, en el peor de los casos, en una avería inesperada mientras se conduce.
Cuando un vehículo queda estacionado durante varios días, la batería es el primer elemento que puede resentirse, especialmente si la batería está bastante agotada y si el coche duerme en la calle en invierno. Además, está el agravante de que los automóviles más modernos cuentan con sistemas electrónicos que consumen energía incluso cuando el coche está parado. En estas circunstancias, que la batería tenga energía suficiente para mover el motor de arranque del coche será tanto más improbable cuanto más tiempo haya estado parado el coche.
Y si hablamos de periodos prolongados de inactividad del coche, no solo la batería se ve afectada: los neumáticos pueden sufrir deformaciones por haber estado meses en la misma posición, los líquidos del motor como aceite o refrigerante pueden haberse degrado y por tanto no tener las propiedades necesarias para el funcionamiento del coche. Además, como manguitos y juntas tienden a resecarse o agrietarse, sobre todo si el vehículo se encuentra expuesto a cambios bruscos de temperatura o humedad por estar aparcado en la calle.
Otros elementos sensibles a la falta de uso incluyen:
- Frenos: la humedad puede provocar oxidación en discos y tambores.
- Correas: pueden agrietarse por falta de lubricación adecuada.
- Sistema de aire acondicionado: requiere un uso regular para mantener su lubricación y evitar fallos.
- Carrocería: la exposición a las inclemencias del tiempo aumenta el riesgo de corrosión y daños estéticos.
Pasos previos para arrancar si es diesel o gasolina
Los motores diesel y los gasolina no funcionan exactamente igual y tienen características técnicas diferentes. Los propulsores de gasóleo tienen unos calentadores que entran en funcionamiento al dar el contacto y que, como su nombre indica, sirven para precalentar el motor antes de su encendido. Si accionamos el arranque cuando están funcionando, los deterioramos innecesariamente.
Por tanto, si nuestro coche es diésel conviene siempre dar el contacto y esperar 5 segundos antes de arrancar. Además, nuestro vehículo nos dice cuando están funcionando los calentadores con un testigo en el cuadro de mandos que suele representarse con el dibujo del filamento de una bombilla. Cuando ya han hecho su función, el testigo se apaga y es el momento de arrancar el coche. Si no sabemos identificar este testigo, siempre podemos buscarlo en el manual de nuestro automóvil.
Los calentadores, en caso de necesitar ser cambiados por desgaste, cuestan entre 50 y 100 euros cada uno y requieren de entre 1 y 2 horas de trabajo del mecánico. Todo ello según el modelo de automóvil que tengamos. Por tanto, con esta simple precaución podemos alargar años la vida útil de los calentadores. Los motores que usan gasolina no tienen estos calentadores, por lo que podemos arrancar directamente nada más dar el contacto.
Antes de girar la llave, es recomendable llevar a cabo una serie de comprobaciones visuales y de niveles:
- Revisar el estado de la batería: si presenta óxido en los bornes o se acerca al final de su vida útil, podría no arrancar.
- Comprobar niveles: aceite, refrigerante, líquido de frenos y dirección asistida. Un nivel bajo o un color alterado pueden ser indicativos de fugas o degradación.
- Inspeccionar neumáticos: hay que buscar deformaciones, grietas o pérdida de presión.
- Examinar correas y manguitos: si presentan grietas, desgaste o rigidez excesiva, lo mejor es acudir a un taller antes de intentar arrancar.
- Mirar debajo del coche: para identificar posibles fugas de líquidos.
Arranque: paciencia y suavidad
Al encender el coche, ya sea diesel o gasolina, tras haber estado parado una semana o más:
- No insistir más de 5 segundos por intento: si el motor no arranca, espere unos momentos antes de volver a probar para evitar dañar el motor de arranque.
- No acelerar: una vez que arranque, es muy recomendable dejar el motor al ralentí durante unos minutos (al menos 5) para permitir que el aceite llegue bien a todas las partes internas del motor que rozan y sean lubricadas. En el uso diario de un coche diesel, es muy recomendable esperar al menos 1 minuto tras arrancar antes de comenzar a circular.
- Escuchar ruidos: un chirrido que desaparece puede ser señal de una correa seca; sin embargo, si escuchas un ruido metálico persistente, detén el motor y consulta con un profesional.
- Suavidad y bajas revoluciones: hasta que el motor coja temperatura durante los primeros 20 kilómetros o minutos -lo que se cumpla antes- conviene no subir mucho de vueltas el motor y acelerar de forma suave. En estos primeros metros o minutos, el aceite está frío y sus propiedades lubricantes no están al 100%, por lo que ayudar a nuestro motor conduciendo con suavidad, alargará mucho la vida útil sin averías.
- Cuidar el turbo: hoy en día, casi todos los motores gasolina o diesel llevan turbocompresor. Es una pieza que coge mucha temperatura, sobre todo si hemos estado circulando por autopista. Para evitar averías de este carísimo componente, lo mejor es esperar 3 minutos con el motor a ralentí antes de apagar el motor.
Qué hacer si no arranca
Si el coche no responde al intento de arranque, lo más probable es que la batería esté descargada. Hay varias soluciones posibles:
- Arrancador portátil: conecta este dispositivo a los bornes de la batería siguiendo las instrucciones pertinentes y arranca como lo harías normalmente. Es recomendable tener uno en el maletero.
- Arranque por inercia (solo coches manuales): si estás en una pendiente, pon el coche en punto muerto, gana velocidad, pisa el embrague, cambia a segunda y suelta el embrague rápidamente mientras aceleras suavemente.
- Arranque con pinzas: si tienes acceso a otro vehículo, conecta ambos coches utilizando las pinzas respetando el orden correcto al conectar los cables y arranca.
- Método de la cuerda: envuelve una rueda motriz con una cuerda resistente; ponlo en segunda marcha, activa el contacto y tira con fuerza. Este método es residual y solo debe utilizarse en casos extremos bajo tu propia responsabilidad.
Consejos para evitar daños a largo plazo
- Arranque el coche al menos cada 10-15 días y déjelo funcionando unos minutos para mantener la batería cargada y lubricar el motor. Si además puede circular con él durante 20 minutos por carretera, mucho mejor.
- Desconecte la batería si va a estar más de un mes sin usarlo.
- Llene el depósito para prevenir la condensación del agua y la oxidación del sistema de alimentación.
- Proteja tu coche con una funda o cera si va a estar expuesto al aire libre durante mucho tiempo.
- Evite acelerar en frío así como maniobras bruscas tras encenderlo.
Tabla resumen: problemas frecuentes y soluciones
| Problema tras inactividad | Síntoma común | Solución recomendada |
|---|---|---|
| Batería descargada | No arranca, luces débiles | Arrancador portátil, pinzas o batería nueva |
| Neumáticos deformados | Vibraciones al circular | Revisar presión; sustituir si hay daños |
| Frenos oxidados | Ruidos o frenada irregular | Circular con precaución; revisión en taller |
| Correas agrietadas | Chirridos o ruidos metálicos | Revisión y sustitución en taller |
| Líquidos degradados | Niveles bajos o color raro | Rellenar o cambiar líquidos |
Retomar la rutina después de varios días sin usar el vehículo puede ser crucial. Dedicar unos minutos a atender estos detalles al arrancar puede marcar la diferencia entre disfrutar del trayecto o tener que hacer una parada inesperada en el taller.
