Netflix lanzó el 9 de octubre Reclutas (Boots), una producción que ha logrado posicionarse rápidamente en el top 10 de lo más visto a nivel global.
Creada por Andy Parker, conocido por Tales of the City e Imposters, la serie mezcla drama y comedia para ofrecer una perspectiva profunda y humana sobre la vida en el Cuerpo de Marines de Estados Unidos durante los años noventa. En esa época, revelar la homosexualidad conllevaba la expulsión inmediata del ejército.
Con sus ocho episodios que equilibran humor y emoción, Reclutas ha conseguido conectar con públicos de diversas generaciones al tratar temas universales como la identidad, la pertenencia y los prejuicios en contextos institucionales.
No se trata simplemente de una ficción militar: está basada en The Pink Marine, las memorias del exmarine y guionista Greg Cope White, quien también es parte del equipo como escritor y productor ejecutivo. Este aspecto autobiográfico otorga una autenticidad que resuena especialmente hoy, cuando las discusiones sobre diversidad e inclusión son más relevantes que nunca.
La narrativa sigue a Cameron Cope, interpretado por Miles Heizer, conocido por su papel en 13 Reasons Why. Cameron es un adolescente acosado que decide alistarse en los Marines junto a su mejor amigo Ray McAffey, encarnado por Liam Oh. Ambos jóvenes buscan escapar de sus problemas personales y encontrar un propósito, pero pronto se ven enfrentados a los retos de una institución militar que exige ocultar cualquier rasgo identitario que no encaje con sus estrictas normas.
Para Cameron, esto implica llevar una vida doble: servir a su país mientras oculta su orientación sexual por miedo a ser descubierto y expulsado.
El elenco de Reclutas incluye a figuras destacadas que elevan la calidad actoral de la serie. Vera Farmiga, conocida por sus actuaciones en El conjuro y El niño con el pijama a rayas, da vida a Barbara Cope, la madre del protagonista.
Su personaje añade una dimensión emocional crucial al reflejar las contradicciones de una generación marcada por el temor al rechazo y la búsqueda constante de aceptación. Por otro lado, Max Parker, famoso por Vampire Academy y Emmerdale, interpreta al sargento Robert ‘Bobby’ Sullivan, un marine condecorado que oculta su propio secreto, enriqueciendo así la narrativa sobre la represión institucional.
El reparto también incluye a Angus O’Brien, Cedrick Cooper, Ana Ayora, Dominic Goodman, Kieron Moore, Nicholas Logan, Rico Paris, Joy Osmanski y Brett Dalton, entre otros.
La historia real detrás de esta serie es tan cautivadora como conmovedora. Greg Cope White se unió al Cuerpo de Marines en 1979, cuando tenía solo 18 años, durante la era Reagan.
En sus memorias, relata que su decisión no fue impulsada por un patriotismo ferviente ni por vocación militar, sino para acompañar a su mejor amigo heterosexual, Dale, quien debía cumplir con el servicio militar. White pensaba que sería algo similar a un «campamento de verano», pero se encontró con un entrenamiento brutal y con la necesidad constante de ocultar su identidad en un entorno hostil hacia cualquier expresión homosexual.
Una anécdota ilustra lo absurdo de aquellos tiempos: White pesaba cinco kilos menos del mínimo requerido para enlistarse.
Su reclutador tuvo una idea insólita: tomó una tubería de plomo, la aplastó con un martillo y se la pegó con cinta adhesiva en su entrepierna para que pudiera superar el peso mínimo en la báscula. Gracias a este ingenioso truco, White logró ser aceptado en los Marines, dando inicio así a una experiencia transformadora que décadas después se convertiría en la base para esta serie de Netflix.
Andy Parker decidió tomar ciertas licencias creativas al adaptar las memorias para televisión. Aunque los eventos reales vividos por Greg Cope White sucedieron a finales de los setenta, la serie se sitúa específicamente en 1990. Este ajuste temporal no es casual: coloca la acción tres años antes del establecimiento de la política «Don’t Ask, Don’t Tell» («No preguntes, no lo digas»), vigente desde 1994 hasta 2011. Dicha política permitía a personas homosexuales y bisexuales servir en las fuerzas armadas estadounidenses siempre que mantuvieran oculta su orientación sexual. Antes de esta medida, ser homosexual estaba prohibido directamente en el ejército; quienes eran descubiertos enfrentaban expulsiones deshonrosas y acoso sistemático.
«El cambio temporal permitía explorar un momento crítico: el límite entre represión y posibilidad», explicó recientemente Parker. Esta decisión narrativa resulta especialmente efectiva porque sitúa a los personajes en un limbo legal y social: demasiado pronto para contar con protección oficial pero lo suficientemente tarde como para que las conversaciones sobre derechos civiles comenzaran a ganar fuerza en otros ámbitos sociales estadounidenses.
El propio Greg Cope White ha manifestado su satisfacción respecto a la libertad creativa otorgada por Parker y la showrunner Jennifer Cecil durante el desarrollo del proyecto. «Muchos personajes del libro han sido adaptados; algunos son nuevos. Cameron y Ray están inspirados en mí y Dale, pero también llevamos sus historias hacia lugares donde yo nunca estuve», comentó el marine retirado. Esta expansión permite explorar no solo la experiencia individual de un joven gay sino también las dinámicas dentro del pelotón completo, donde cada uno enfrenta sus propias luchas internas.
Para asegurar autenticidad en las escenas militares, se contó con veteranos del Cuerpo de Marines que supervisaron los protocolos y entrenaron al elenco antes del rodaje en Luisiana. Esta atención al detalle se refleja claramente en cómo están representadas las escenas de entrenamiento físico, las dinámicas jerárquicas militares y el ambiente opresivo del campo entrenamiento. Los actores recibieron formación previa para poder ejecutar creíblemente las rutinas militares, añadiendo así credibilidad visual a una historia que ya posee una fuerte carga emocional.
Reclutas opera en múltiples niveles: como drama histórico documentando un periodo oscuro marcado por discriminación institucionalizada; como relato sobre crecimiento personal bajo condiciones extremas; y como exploración sobre cómo puede surgir hermandad incluso en entornos hostiles. La serie no idealiza ni romantiza la experiencia militar ni presenta esta como inherentemente redentora. Más bien muestra cómo un grupo diverso de jóvenes —cada uno huyendo o buscando algo— encuentra maneras tanto de sobrevivir como ocasionalmente prosperar frente a circunstancias adversas.
Este proyecto representa uno de los últimos trabajos realizados por el icónico Norman Lear, fallecido en 2023, lo cual añade otra capa significativa a esta producción. Lear es conocido por series innovadoras que abordaron temas sociales tabúes durante su tiempo; vio en Reclutas una continuación de su legado: utilizar televisión para fomentar diálogos importantes acerca de justicia social e igualdad. El prólogo del libro The Pink Marine fue escrito precisamente por Lear, quien reconoció el valor del testimonio valiente que representaba la historia de White merecía ser compartido globalmente.
La revocación final de la política «Don’t Ask, Don’t Tell» fue aprobada bajo el mandato del presidente Barack Obama hacia finales de 2010 y entró plenamente en vigor desde septiembre del año siguiente. Este cambio legislativo llegó tras años de activismo llevado a cabo por veteranos, grupos defensores derechos civiles y ciudadanos preocupados ante lo discriminatorio e injusto que resultaba dicha medida. Así pues, Reclutas funciona como recordatorio palpable respecto a estos avances recientes en derechos humanos; muchas personas tuvieron que vivir décadas ocultando aspectos esenciales sobre sí mismas solo para poder servir a su país o mantener empleos estables.
La sinopsis oficial proporcionada por Netflix describe esta serie como una historia que «mezcla humor y emotividad mostrando cómo un grupo reclutas encuentra hermandad y propósito ante las exigencias del entrenamiento militar». Esta descripción captura perfectamente ese equilibrio tonal que hace atractiva a Reclutas: no es un drama sombrío ni tampoco una comedia superficial; es más bien una genuina mezcla ambas tonalidades reflejando así complejidades inherentes experiencias humanas.
El éxito rotundo alcanzado por Reclutas dentro del catálogo global disponible vía Netflix puede interpretarse también como reflejo cambios significativos entre audiencias contemporáneas. Las series tocando temáticas relacionadas identidad diversidad ya no son productos exclusivos para nichos específicos; ahora son contenido mainstream capaz atraer millones espectadores alrededor mundo entero. La plataforma ha apostado firmemente historias con trasfondo social; así pues suma este título catalogo junto otras producciones similares logrando éxito tanto crítico como comercial.
Si bien aún es prematuro especular acerca posible segunda temporada —dada estructura autocontenida ocho episodios narrando historia completa— queda abierta puerta futuras continuaciones explorando diferentes periodos históricos o experiencias otros personajes involucrados. Por ahora permanece establecida miniserie logra expresar todo necesario sin artificios innecesarios prolongaciones forzadas.
La llegada serie resulta particularmente pertinente dado debates actuales inclusión dentro instituciones militares continúan sucediendo distintos países mundo entero. Aunque dentro Estados Unidos han realizado avances significativos ámbito algunos países mantienen políticas restrictivas similares aquellas retratadas Reclutas . De este modo , esta obra no solo sirve documento histórico respecto pasado estadounidense ; sino igualmente espejo reflejando realidades actuales otras latitudes.
Finalmente , Reclutas demuestra poder contar historias más impactantes suelen anclarse experiencias reales narradas honestamente sin miedo mostrar contradicciones inherentes condición humana . La serie presenta personajes complejos intentando navegar sistemas mayor tamaño ellos mismos buscando dignidad aceptación espacios diseñados precisamente negarles eso.

