El Six Kings Slam no es un evento cualquiera. Se trata de una experiencia social, económica y deportiva que este viernes 17 de octubre de 2025 vuelve a desafiar los fundamentos tradicionales del tenis mundial. Carlos Alcaraz, actual número uno del mundo, ha superado a Taylor Fritz con un contundente 6-4, 6-2 y se enfrentará en la gran final a Jannik Sinner, quien se deshizo de un Novak Djokovic claramente afectado. El murciano, fresco y certero, ha dejado claro que cuando el dinero habla fuerte, hasta los calendarios más apretados encuentran su espacio.
Sin embargo, el partido es solo una excusa. El verdadero protagonista aquí es el cheque: 1,5 millones de dólares solo por participar en la pista, y 6 millones para el campeón. Estas cifras superan cualquier Grand Slam y han logrado silenciar, al menos por unos días, las voces críticas sobre la saturación del circuito ATP. Tanto Alcaraz, como Djokovic y Zverev —este último eliminado en apenas 59 minutos por Fritz debido a molestias en la espalda— han dejado de lado sus demandas sobre el “calendario insostenible” para subirse al tren saudí. El tenis profesional nunca había visto tantos ceros juntos en tan poco tiempo.
La controversia está servida. Hace apenas unas semanas, Carlos Alcaraz acaparaba titulares al criticar la “locura” del calendario ATP y manifestar que priorizaría su salud ante la acumulación de partidos. Djokovic y Zverev también habían expresado su descontento. Sin embargo, la llegada del Six Kings Slam ha cambiado las tornas. No es casualidad. El premio por participar equivale a ganar un Masters 1000 completo; el cheque para el ganador supera incluso al del US Open. Arabia Saudí ha convertido el dinero en un argumento irrefutable: nadie dice que no a Riad.
El torneo tiene lugar en plena “Temporada de Riad”, una serie de eventos deportivos y culturales que busca posicionar al país como un destino global. Su formato es sencillo: seis estrellas invitadas, eliminación directa, dos días de competición (con descanso incluido para ajustarse a la normativa ATP) y una cobertura mediática sin precedentes. Todo ello sin puntos para el ranking. Aquí no se juega por gloria eterna, sino por una cuenta corriente siempre bien nutrida.
Exhibición pura: espectáculo, estadísticas y algún reparo
El encuentro entre Alcaraz y Fritz fue un claro ejemplo de tenis contemporáneo: ritmo alto, golpes ganadores desde cualquier posición y una exhibición táctica del español, quien supo leer cada momento crucial del partido. Fritz, a pesar de su solidez habitual, no encontró respuestas ante la variedad y potencia desplegadas por Alcaraz. El murciano rompió el servicio estadounidense en el quinto juego del primer set y mantuvo el control hasta el final. En tan solo 80 minutos, ya estaba lista la final.
Por su parte, Sinner reafirmó su dominio sobre Djokovic con otro 6-4, 6-2. El serbio no se mostró en su mejor versión física y ya acumula siete derrotas consecutivas ante el italiano. Mientras tanto, Zverev apenas estuvo 59 minutos en pista ante Fritz; sus recurrentes problemas de espalda siguen pasándole factura. El alemán se marcha con los bolsillos llenos —1,5 millones por un solo partido— pero con más incertidumbres sobre su futuro físico.
El Six Kings Slam no solo recompensa el rendimiento deportivo; también plantea debates incómodos para la ATP. ¿Hasta qué punto están dispuestos los jugadores a sacrificar su salud por dinero? ¿Es sostenible un circuito donde las exhibiciones ofrecen más que los torneos oficiales? ¿Qué papel juegan las federaciones ante este nuevo panorama? Las respuestas aún son inciertas; sin embargo, lo que está claro es que Arabia Saudí ha conseguido lo que parecía impensable: reunir a los seis mejores jugadores del mundo durante la temporada asiática.
- El premio por participar (1,5 millones) supera lo que gana el campeón de cualquier Masters 1000; solo los Grand Slams se acercan… pero ni siquiera.
- Alcaraz podría obtener en dos partidos más de un tercio de lo que gana anualmente en el circuito ATP.
- Djokovic acumula siete derrotas consecutivas ante Sinner, una cifra inimaginable hace apenas dos temporadas.
- Zverev es el jugador que menos tiempo ha estado en pista: 59 minutos por 1,5 millones.
- El torneo infringe la normativa ATP, que limita las exhibiciones a dos días durante la temporada oficial.
- Netflix retransmite todos los partidos, convirtiendo este evento en un fenómeno global.
- No hay puntos ATP, pero sí mucho ruido mediático y debate sobre el futuro del tenis profesional.
- La primera edición (2024) también fue ganada por Sinner, quien busca revalidar su título frente a Alcaraz.
- El premio total repartido asciende a unos 13,5 millones de euros, más que cualquier torneo oficial.
- Todos los participantes son invitados directamente por la organización saudí: no hay clasificación deportiva.
El Six Kings Slam es mucho más que un simple torneo de tenis: actúa como termómetro del presente —y futuro— del deporte rey. Dinero contra tradición; espectáculo contra ranking; salud contra beneficio económico. Mientras tanto, Alcaraz y Sinner afilan sus raquetas para una final que promete ser histórica… así como algún cheque inolvidable.
Pronósticos y apuestas: Sinner vs Alcaraz, round infinito
La final del sábado promete ser candente. Alcaraz y Sinner han forjado una rivalidad estelar entre los jóvenes talentos del tenis actual. Este año ya se han enfrentado en Roland Garros (victoria para Sinner), Wimbledon (Alcaraz) y US Open (Sinner). Ahora llega este esperado duelo en Riad, con seis millones de dólares en juego y Netflix retransmitiendo en directo para todo el mundo.
Las casas de apuestas otorgan un ligero favoritismo a Sinner (alrededor del 55% de probabilidades), quizás por ser defensor del título y su racha positiva ante Alcaraz en superficies rápidas. Sin embargo, el murciano llega fresco tras un partido sin complicaciones ante Fritz y ha demostrado tener capacidad para adaptarse a cualquier escenario. La fortaleza mental será crucial: ambos son conscientes de que este torneo no suma puntos ATP pero sí prestigio —y mucho dinero— dentro del circuito paralelo de exhibiciones.
