Los celos son muy malos.
Incluso en el mundo animal.
Un pingüino cornudo intenta matar al amante de su pareja.
Los celos son un sentimiento irracional de molestia ante las muestras de atención hacia otro individuo por parte de un ser que se estima.
Al margen de lo que se ve en el vídeo o mejor, a propósito de esas imágenes, hay una pregunta clave:
¿Existen los celos en el mundo animal?
Aunque no de la manera exacta en que lo hacen los humanos, los animales podrían tener vivencias cercanas a los celos.
En la mente de todos los animales socializados podemos encontrar emociones básicas y emociones secundarias.
Si bien las primeras, el miedo, por ejemplo, garantizan la supervivencia inmediata de la especie, las secundarias permiten mantener estable la estructura de la comunidad, como la empatía.
Los celos formarían parte del segundo grupo emocional.
Los estudios han probado que las emociones básicas se encuentran localizadas en las mismas áreas cerebrales en el reino animal.
Sin embargo, las secundarias aparecen distribuidas irregularmente, usando distintas conectividades.
Ahora bien, en los mamíferos sí se mantiene la misma estructura mental en sentido general.
No hay razón entonces para pensar que en estos no se produzcan emociones similares a las del celo humano.
¡Los pingüinos son fascinantes!
- Adaptación al frío extremo: Los pingüinos son conocidos por habitar en regiones de frío extremo, como la Antártida. Su capacidad para sobrevivir en condiciones tan adversas se debe a su grueso plumaje, su capa de grasa subcutánea y su habilidad para regular su temperatura corporal.
- Excelentes nadadores: A pesar de que son aves, los pingüinos son extraordinarios nadadores. Utilizan sus alas como aletas y sus patas para propulsarse a través del agua a velocidades sorprendentes, a veces alcanzando hasta 20 millas por hora (32 km/h).
- Especies diversas: Existen alrededor de 18 especies de pingüinos, que varían en tamaño, color y hábitat. Desde el pequeño pingüino azul hasta el imponente pingüino emperador, estas aves tienen una gran diversidad adaptativa.
- Comportamiento social: Los pingüinos son animales altamente sociales y forman colonias de cría en las que interactúan entre sí de diversas formas. Algunas especies incluso exhiben comportamientos de cortejo elaborados, como regalar piedras para construir nidos.
- Cuidado parental: La mayoría de las especies de pingüinos muestran un alto nivel de cuidado parental. Tanto los padres como las madres participan en la incubación de los huevos y en la crianza de los polluelos, turnándose para alimentarlos y protegerlos.
- Marcha en fila india: Cuando los pingüinos se desplazan por tierra, a menudo lo hacen en formación en fila india. Esta marcha les ayuda a conservar energía y les proporciona protección contra el viento y los depredadores.
- No todos viven en el hielo: Aunque la imagen más común que se tiene de los pingüinos es la de aves que viven en regiones frías y heladas, algunas especies, como el pingüino de las Galápagos, habitan en climas más cálidos y tropicales.