En la Comunidad Valenciana se encuentra Vall d’Uixó, un municipio que ha sabido conservar una de las joyas naturales más sorprendentes de Europa. En este rincón de la provincia de Castellón se ocultan las Cuevas de San José, hogar del río subterráneo navegable más largo de Europa. Con más de 2.700 metros de longitud, este enclave ofrece una experiencia única.
¿Qué ver dentro del río subterráneo de Vall d’Uixó?
El recorrido por las Cuevas de San José es un viaje al corazón de la tierra. A bordo de pequeñas barcas, los visitantes recorren 800 metros de un río subterráneo que se mantiene a una temperatura constante de 20 °C. Durante el trayecto, la tranquilidad del agua se combina con las formaciones rocosas, creando un ambiente casi mágico. El recorrido continúa a pie con un tramo de 250 metros en el que se pueden apreciar de cerca estalactitas, estalagmitas y otras huellas geológicas que han tardado miles de años en formarse.
Entre los espacios más sorprendentes destacan la Sala de los Murciélagos, con su imponente bóveda, o el Lago de Diana, un enclave donde el agua alcanza cinco metros de profundidad. También llaman la atención la Galería de los Sifones, hogar de diminutos crustáceos adaptados a la oscuridad, y la Catedral, una sala monumental con una bóveda de 12 metros.
Más allá de las cuevas: historia y patrimonio de Vall d’Uixó
Aunque el río subterráneo es la joya de la corona, Vall d’Uixó guarda otros tesoros que merece la pena descubrir. El municipio cuenta con un rico patrimonio histórico que refleja la huella de íberos, romanos, visigodos y musulmanes. La Torre de Benizahat, del siglo XII, o la Ciudad Ibérica de la Punta de Orleyl, son solo algunos ejemplos de la diversidad cultural que atesora el municipio.
No menos importantes son los Acueductos de San José y Alcudia, auténticas obras de ingeniería de origen romano y medieval que estuvieron en funcionamiento hasta el siglo XX. El recorrido histórico se completa con la Necrópolis hispanovisigoda, que conserva los restos de 66 individuos de los siglos VI y VII, y con el Castillo d’Uxó, una fortaleza árabe situada a más de 400 metros de altitud. Desde sus ruinas todavía se disfruta de una panorámica privilegiada de la llanura y la costa, recordando la importancia estratégica que tuvo en la defensa frente a las incursiones piratas.
Naturaleza, senderismo y entorno mediterráneo
El entorno natural de este enclave de Castellón es otro de sus grandes atractivos. El municipio está rodeado por la Sierra de Espadán, un paraje protegido que ofrece multitud de rutas de senderismo. Caminos como la PR-V-164 o la PR-V-241 permiten adentrarse en paisajes de gran belleza, atravesando antiguas edificaciones agrícolas, torres musulmanas y llegando incluso a la cima de la montaña Pipa, el emblema del municipio.
Además del senderismo, Vall d’Uixó destaca por su cercanía a la costa mediterránea, lo que permite combinar en un mismo viaje la tranquilidad de la montaña con el atractivo de las playas.

